NIÑOS DEL COLEGIO DOCTOR LIMÓN DE PUERTOLLANO
GOLONDRINAS
Lucía es mi nombre. Soy una golondrina cantarina y
me encanta viajar. He estado en Egipto. Es un país muy bonito, con grandes
pirámides. Hace calor y el desierto es inmenso, tan grande como el mar pero con
arena.
Verás, mis plumas de color negro y blanco brillan
al sol y, como soy pequeña y ágil, puedo volar durante muchos días sin
cansarme.
He visto el gran río de Egipto, que se llama Nilo,
donde viven muchos cocodrilos. Viajar te enseña tanto como los libros.
Lucía Hernández
Soy Paqui, una golondrina feliz. Me paso el día
cantando. Canto mientras vuelo, así se me hace el viaje más corto.
Voy a contarte cómo es el mar de bonito. En mi
último viaje me subí a bordo de una barca y navegué durante largos días. Conocí
a una sirena, y ella me enseñó a cantar. Vi pulpos gigantes, peces de todos los
colores y, ya en la playa, hice amistad con algunas gaviotas que revoloteaban
por los acantilados. El mar es tan inmenso como el cielo, y tan azul. Muchos
ríos llegan al mar y el agua dulce se mezcla con el agua salada.
Paqui Fernández
Soy una golondrina. Me llamo Rebeca. He viajado
hasta Italia. Allí he visitado palacios de columnas de mármol y techos forrados
de oro. He bebido agua de una fuente famosa y he visto las ruinas romanas y los
circos donde soltaban a los leones. He visitado una librería de libros
antiguos. Tengo que aprender bien a leer y a escribir porque es muy importante.
Rebeca Díaz
Hola, flor, ¡qué ganas tenía de verte!... Soy la
golondrina Samara, ¿te acuerdas de mí?...
Acabo de venir del Polo Norte. Yo no sabía que allí
hacía tanto frío. Me acurruqué con mis alas y al final entré en calor. Me hice
amiga de un pingüino. Y gracias a él conseguí volver. Tenía tantas ganas de
contarte todos mis errores y expresar mis sentimientos. Ha sido una gran
aventura.
Samara Díaz
Yo soy Amalia, otra golondrina. Soy de color blanco
y negro, como la luna llena. He estado en Cullera, un pueblo con una playa muy
grande. Allí me he encontrado con mis amigas gaviotas. Había una tienda muy
grande de bikinis y bañadores, una carnicería con una vaca en la puerta, pero
era una vaca de mentira. Por las calles de Cullera circulaban muchos coches. Y
me encontré con tiendas muy bonitas y edificios muy altos.
Amalia Vázquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario