Al principio, nuestro grupo fue solo una idea, un sueño... Ahora, somos los Niños del Caparasol. Nos gusta jugar con las palabras, enredarlas en versos. Utilizaremos este espacio para contaros nuestras actividades, escribir poemas, conocer a nuestros poetas preferidos y divertirnos jugando con la poesía.

lunes, 5 de febrero de 2018

NIÑOS DEL COLEGIO DOCTOR LIMÓN DE PUERTOLLANO

Enero, árboles desnudos, una chimenea, una bufanda..., versos en el corazón.

Estrella, estrellita,
baja del cielo.
No tengas miedo
que yo te cuidaré
para que no te encuentre
el lucero.

Te cantaré una nana
de lluvia y caramelos
y tendrás un sueño dulce
dormida bajo tu paraguas.

El viento sopla fuerte,
y rompe la rama.
El viento es un huracán
que asusta a Doña Ana.

Qué bonito el crepúsculo
vestido de rojo,
con manto de terciopelo
cubre de lado a lado el cielo.

Tus ojos son de color ámbar,
igual que la miel.
Y cuando me miras
veo a las abejas en su panel.

(versos inspirados en las palabras de María)



Mi casa  es blanca por fuera y
roja por dentro.
Mi casa tiene una cocina y un baño
y dormitorios y un salón.
Pero lo más grande que tiene mi casa
es su corazón.

Nieve blanca igual que un hada
nube azul como el niño de Belén.
Que la noche está muy fría
Ven niño, ven, que yo te calentaré.

Una estrella en la cocina,
no sé qué hace allí.
Buscará algo de comer,
en el cielo no hay nevera
ni siquiera una sartén.

Reloj, relojito,
que siempre dices la hora,
podrías cantar un poco,
o salir a pasear por el mar y por las olas.
Viento, llévame lejos.
Llévame por el cielo y por el mar.
Viento, agárrame fuerte que miedo me dan
las altas montañas y las olas del mar.
Llévame lejos, que contigo quiero viajar.

Una hojita verde
del árbol cayó. Y el viento con cuidado
en una rama la dejó.
El otoño no ha llegado. No es tiempo de caerse,
Hoja, ándate con cuidado.

Quisiera tener alas de mariposa
y volar sobre las flores,
alas de colores, finas como la seda.
Quiero ser mariposa, una mariposa bella.

El otoño  es un señor,
que fuma pipa y lleva un abrigo marrón.
Se pasea por el parque y se sienta a pensar
en un banco vacío.
Le gustan las castañas asadas y mira a los niños
jugar. El otoño es un poeta.

El río corre sin parar, siempre tiene prisa.
Lleva cangrejos y peces pequeños.
En su orilla crecen juncos y hasta margaritas.
El río es como un niño que nunca está quieto.
El río corre que te corre, quiere llegar pronto al mar.

El arroyo cantarín bajaba por la ladera
cantaba canciones alegres
tan claras como el agua.
El arroyo acaricia la montaña con sus dedos de agua.

(Versos inspirados en las frases de Elvira y Jasmina)





La noche es bonita, bonita y oscura.
Tiene una cara negra,
negra como la aceituna.
Se parece a ti, niña de cuna.

La tormenta tiene una boca muy grande
por donde sale una música ronca.
Da miedo la tormenta
con su boca sin dientes, tan enorme.

Yo quiero ser poeta para cantarle a la luna
para que se duerma en su cama del cielo.
Y que aparezca por la mañana
cuando se levante el sol.
Así pondrá más atención en el cole
y aprenderá mejor la lección.

Voy a pintar el sol de color naranja,
de color limón.
Lo pintaré verde, rojo o amarillo
como el girasol.
El sol se ríe por lo bajo. Le da risa verse
pintado de tantos colores. Parece como si en el cielo
fuera carnaval.
De color verde, el sol parece un prado, o un bosque,
Y si lo pintamos de color naranja
parece un sombrero de paja. Qué risa, el sol de color violeta.
Parece un payaso majareta.
Mejor lo pintas amarillo con colores en las mejillas,
los labios de color rojo, y una corbata a rayas,
como te diga la imaginación.
Al sol se le puede pintar de cualquier manera
siempre que sea un sol.

(versos inspirados en las frases de José Domingo)









2 comentarios:

  1. Más niebla y menos luz.
    El arcón de la abuela
    repleto de colores
    con los que disfrazarme
    y ser niña de nuevo.

    Pintar el mundo
    —la nieve, el sol, la lluvia,
    las hojas de los árboles—
    con lápices de cuento.

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  2. Tienes el don de las hadas,
    y tu magia espanta todos los miedos y la niebla.
    Irrumpes como el sol en medio de la lluvia
    dibujando arcoíris a tu antojo.
    Guardas versos en el arcón de la abuela,
    para que te sirvan, para que te guíen
    en este camino que promete ser
    siempre primavera.
    Porque esos colores, amiga Mir, son los colores
    que solo ven los ojos del corazón.
    Contágiame de tanta inocencia,
    que no hallo por caminos de piedra.
    y déjate envolver por la suavidad del aire
    y del aroma de las flores.
    En ese rincón, se halla la Reina de Corazones
    y el conejo blanco. Continúa por el camino recto
    hasta dónde el viento te lleve.
    GRACIAS POR TANTO AMOR.

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