Al principio, nuestro grupo fue solo una idea, un sueño... Ahora, somos los Niños del Caparasol. Nos gusta jugar con las palabras, enredarlas en versos. Utilizaremos este espacio para contaros nuestras actividades, escribir poemas, conocer a nuestros poetas preferidos y divertirnos jugando con la poesía.

domingo, 28 de mayo de 2017

EN MAYO, FLORES Y VERSOS

EN MAYO, los versos florecen, cual amapolas, colorean el campo, alegran el corazón de los niños. Los versos traen alegría al colegio. Y los niños los recitan, brotan de su boca, frescos y rosados. Los versos son besos que ríen en sus labios.

                 Primavera (óleo sobre lienzo) Isabel J. Romero

Los zapatos de mi abuelo se rompieron, de tanto caminar por el mundo y de viejos.

Tengo un pajarito dormido en su jaula. Y no para de soñar. Por mucho que lo intento, no lo puedo despertar.

Ay, ay, soy un pájaro triste. No encuentro a mis hijitos. Alguien se los ha llevado del nido. No sé adónde mirar, tendré que viajar a la isla azul de mar, o a otro lugar dónde mis hijos puedan vivir en paz.

Soy un zapato guay, me encanta hacer deporte. Si mi dueño no me pone en su pie, me da mucha rabia, me pongo triste y lloro. Lloro porque a mí lo que me gusta es jugar y jugar. Algunas veces prefiero caminar y llegar hasta el mar.
Samara (Cole Dr. Limón)

          Lirios (óleo sobre lienzo) de Isabel J. Romero

Tengo unos zapatos que vuelan. Son como pájaros pero sin alas.

La primavera es inmensa. Todos los campos se visten de primavera. A mí la primavera me hace reír.

Soy la primavera de los niños y de las flores. Cuando veo a los niños lluevo de alegría. Los niños me hacen cosquillas en mi barriga de hierba. Ellos son las flores más bonitas de mi jardín.
Laura (Cole Dr. Limón)


Hola, soy el sueño. Por la noche me despierto para ir a trabajar a la mente de los niños. A los niños buenos les concedo maravillas; a los malos les dejo sueños terroríficos. A mí no me gusta soñar.
José Ángel (Cole Dr. Limón)


Soy un zapato con cordones, que sirve para la lluvia y el frío. Pero cuando llega el calor, mi dueño me deja abandonado en el zapatero. No me gustan las sandalias, sus tiras son feas. Yo, en cambio, soy elegante. Ay, qué largos se me van a hacer los meses de verano, encerrado, sin caminar.

Soy la alegría. Y cuando los niños están tristes yo los consuelo cantándoles una canción.
Amalia (Cole Doctor Limón)




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